Ya hemos hablado previamente de la Presión Atmosférica y las Líneas Isobaras, elementos clave en los mapas de superficie que estamos acostumbrados a ver a diario en cualquier informativo meteorológico. Ahora bien, ¿cómo debemos interpretar estos mapas? Según la forma que toman las isobaras, podemos diferenciar entre varias configuraciones:
- Depresión o borrasca: las líneas isobaras son cerradas y se sitúan de forma concéntrica, presentando formas más o menos circulares. El valor de la presión atmosférica disminuye hacia el centro, donde es mínima.
- Anticiclón: las líneas isobaras, como en el caso de la depresión, son cerradas y se sitúan de manera concéntrica, aunque en este caso suelen presentar una forma más elíptica. El valor de la presión aumenta hacia el centro de la configuración.
- Vaguada o surco: es una figura constituida por isobaras en forma de V, a modo de prolongación inferior de una depresión, siendo la presión más baja en su eje.
- Dorsal o cuña: las líneas isobaras presentan una forma de U invertida, a modo de prolongación superior de un anticiclón, presentando la presión en este caso valores mayores en el eje.
- Collado o silla de montar: es un área situada entre dos anticiclones y dos borrascas dispuestas en forma de cruz, haciendo que las isobaras adquieran formas de hipérbolas en sus proximidades.
- Pantano barométrico: el término hace referencia a un área caracterizada por la baja presencia, o incluso ausencia, de líneas isobaras (esto es, presenta un gradiente muy bajo)
Imagen obtenida de "Fundamentos de Climatología", de Marisol Andrades Rodríguez y Carmen Múñez León